La concentración plasmática de glucosa en ayuno esta en el rango de 65 a 105 mg/100ml. Durante la absorción de una comida, la concentración plasmática de glucosa por lo general aumenta hasta una cifra de 140 a 150 mg/100ml. Este aumento de la concentración plasmática de glucosa actúa sobre las células beta de los islotes, donde lleva al cierre de canales de K+; lo cual produce una despolarización, que abre canales de Ca+ sensibles a voltaje. El aumento resultante de la concentración citoplasmatica de Ca+ estimula la exocitosis de vesiculas que contienen insulina. Asi un aumento de la glucosa plasmática lleva a un aumento de la secreción de insulina; a mismo tiempo, inhibe la secreción de glucagon desde las células alfa de los islotes. Dado que la insulina disminuye la concentración plasmática de glucosa, y el glucagon actúa de manera antagonista para aumentar la glucosa plasmática, estos cambios de la secreción de insulina y glucagon ayudan a mantener la homeostasis durante la absorción de una comida de carbohidratos.
El Glucagon estimula la hidrólisis de glucógeno hepático (glucogenólisis) y suprime la insulina.
El glucógeno hepático se usa como glucosa sanguínea adicional.
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